El estómago cuenta con una barrera mucosa, hecha de mucosidad y bicarbonato, que impide que el contenido ácido en su interior entre en contacto directamente con las células del epitelio estomacal.
Esta barrera mucosa es la que se encarga de impedir la «autodigestión» del estómago y de proteger las células de su epitelio frente otras sustancias químicas irritantes (como el alcohol, los antiinflamatorios, la aspirina, etc).).