En el trastorno de la evacuación, existe una falta de coordinación entre los distintos músculos que trabajan durante la deposición.
Mientras se empuja para evacuar no se relajan los músculos del suelo pélvico, o bien se relajan o se contraen de forma poco coordinada.
En términos médicos, este trastorno se denomina «disinergia defecatoria».
Asimismo, la debilidad de los músculos de la pelvis puede provocar el estreñimiento crónico, o la incapacidad de percibir que el recto está lleno de heces y que es preciso evacuar (hiposensibilidad rectal).
Los síntomas de este trastorno son sumamente molestos. En estos casos, para evitar el estancamiento prolongado de las heces, puede ser útil facilitar la evacuación con un microenema.