La próstata secreta y vierte en la sangre una proteína conocida como «antígeno prostático específico» o PSA.
El control de la cantidad es útil en el diagnóstico de cáncer de próstata y en la evaluación de la respuesta al tratamiento y la evolución de esta enfermedad.
Durante muchos años, el PSA se ha utilizado como prueba de detección del cáncer de próstata.
Sin embargo, muchas sociedades científicas han dejado de recomendar este uso.