Siempre se debe consultar al pediatra si el niño lleva tiempo durmiendo mal, si al momento de irse a la cama siente temores persistentes e injustificados, si durante la noche ronca y tiene crisis de apnea (es decir, en ciertos momentos parece que deja de respirar).
Es indispensable la evaluación del pediatra en los casos en los que, debido al trastorno del sueño, el niño durante el día es muy caprichoso, se rebela continuamente, es irritable y agresivo o es muy difícil de manejar incluso en la escuela.
También las parasomnias requieren la atención de un pediatra