El insomnio primario no está relacionado con otras enfermedades físicas, mentales u otros trastornos del sueño y podría deberse a la persistencia de situaciones capaces de alterar el sueño.
El insomnio primario se puede considerar el resultado de factores que aumentan la probabilidad de aparición del insomnio (estado de agitación emocional, estrés, estado de ánimo alterado), así como de otros factores capaces de desencadenar el insomnio (separaciones, lutos, problemas familiares o trabajo) y otros que contribuyen a mantener o agravar el insomnio (hábitos perjudiciales para el sueño).