La nariz es el guardián de las vías respiratorias.
A través de la nariz de una persona adulta pasan a diario unos 18 000-20 000 litros de aire que se filtra, se calienta y se humidifica, para adaptarlo al correcto funcionamiento de las vías respiratorias.
Muchas de estas actividades ocurren en los cornetes.
La nariz cumple funciones importantes de defensa que desempeña a través de distintos mecanismos físicos (p. ej., la mucosa, el moco, los cilios vibrátiles que mueven el moco), químicos (capaces de bloquear los agentes infecciosos) e inmunitarios (células y sustancias inflamatorias que se encargan de bloquear bacterias y alérgenos).