La dispepsia es un término que engloba una serie de trastornos relacionados con el funcionamiento del estómago, como dolor de estómago, acidez, distensión abdominal y digestión lenta. Según las estadísticas, casi todas las personas sufren de dispepsia al menos una vez en la vida. Aunque la dispepsia suele ser benigna, es importante identificar su causa subyacente, ya que puede deberse a dispepsia funcional, es decir, sin una enfermedad orgánica evidente.
Síntomas principales de la dispepsia:
- Digestión lenta: Sensación de saciedad después de comer, llenura precoz, dolor o ardor en el epigastrio (parte superior del abdomen), hinchazón, eructos y náuseas.
- Dolor de estómago: Sensación de dolor persistente y/o ardor en el epigastrio, a menudo acompañado de malestar o acidez.
Factores de riesgo y señales de alarma (Red Flags):
Algunas señales requieren atención médica inmediata, tales como:
- Vómitos persistentes o con presencia de sangre.
- Heces negras o con sangre roja.
- Pérdida de peso inexplicada.
- Dificultad persistente para tragar.
- Anemia o dolor en el pecho.
- Coloración amarillenta de los ojos (ictericia).
En particular, los trastornos que se presentan por primera vez después de los 45-50 años y persisten durante semanas, a pesar de un tratamiento adecuado, requieren evaluación médica.
Dolor de estómago:
La digestión se lleva a cabo gracias a la producción de un jugo gástrico muy ácido. La mucosa del estómago se protege de la acción corrosiva de este jugo mediante una capa de moco protector. Sin embargo, factores como el uso de medicamentos antiinflamatorios (AINEs), el alcohol, comidas abundantes y el consumo de tabaco pueden dañar esta barrera y provocar gastritis o úlceras. La infección por Helicobacter pylori es otra causa común de úlceras.
Para tratar el dolor de estómago, se utilizan medicamentos que reducen la secreción ácida (como los inhibidores de la bomba de protones – IBP) y antibióticos para eliminar la infección por Helicobacter pylori. En casos menos graves, remedios naturales como el aloe, la altea y la malva pueden proteger la mucosa y contrarrestar la acidez sin interferir con la función digestiva.
Digestión lenta:
La digestión lenta y la hinchazón abdominal pueden deberse a alteraciones en la motilidad intestinal. Las causas suelen estar relacionadas con hábitos alimentarios incorrectos, que, si se corrigen, pueden mejorar los síntomas. Para un manejo óptimo, es útil:
- Realizar comidas frecuentes pero ligeras.
- Evitar comidas grasosas.
- Utilizar medicamentos procinéticos, que estimulan la motilidad intestinal.
Los remedios naturales como genciana, alcachofa y jengibre favorecen la digestión estimulando la secreción salival y gástrica y mejorando los movimientos intestinales.
Reflujo gastroesofágico:
El reflujo gastroesofágico es una condición en la que parte del contenido del estómago asciende hacia el esófago, causando ardor y regurgitación ácida. Aunque los episodios esporádicos no requieren tratamientos específicos, un reflujo frecuente puede ser indicativo de enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Los síntomas más comunes incluyen ardor retroesternal y regurgitación ácida, que suelen empeorar después de las comidas o cuando se está acostado.
Tratamientos y consejos:
Para reducir el reflujo y mejorar la digestión:
- Estilo de vida: perder peso, evitar comidas abundantes por la noche, no acostarse inmediatamente después de comer, evitar alcohol y tabaco, hacer ejercicio ligero y relajante después de las comidas.
- Alimentación: reducir el consumo de alimentos grasos, fritos, picantes, chocolate, tomate, cebolla, menta, y bebidas como té y café. Distribuir las comidas de forma regular a lo largo del día.
Remedios naturales:
Los productos naturales, como las sustancias que protegen la mucosa (polisacáridos y minerales), pueden usarse para aliviar la acidez y el ardor, protegiendo el esófago y reduciendo el efecto nocivo de los jugos gástricos.