Para tener bajo control la presión arterial y limitar el riesgo cardiovascular global es importante:
- limitar el consumo de sal;
- consumir mucha fruta y verdura;
- limitar el consumo de grasas y azúcares simples;
- comer menos y reducir la condición de sobrepeso;
- no fumar;
- practicar actividad física con regularidad;
- moderar el consumo de café y sustancias estimulantes;
- limitar las condiciones de estrés psicofísico.