Los factores de riesgo cardiovascular no modificables son la edad, el sexo y la familiaridad.
Edad: nuestro riesgo cardiovascular aumenta progresivamente a medida que aumenta la edad.
Sexo: los hombres tienen en general un riesgo mayor a cualquier edad, mientras que las mujeres deben estar atentas especialmente después de la menopausia.
Familiaridad: si tenemos parientes de primer grado (padres o hermanos) que han tenido episodios cardiovasculares siendo jóvenes (menos de 55 años para los hombres, y de 65 para las mujeres), corremos un riesgo más alto de que se manifieste la ECV.