El sedentarismo aumenta el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular, así como la diabetes y algunos tipos de tumores.
Desarrollar actividad física, incluso a nivel moderado, pero de modo continuado en el tiempo, produce en su lugar una mejora del estado de bienestar general y numerosos beneficios para la salud.
Con el ejercicio físico se reduce el riesgo de muerte prematura a causa de infarto o enfermedades cardiacas y la probabilidad de desarrollar hipertensión arterial, diabetes de tipo 2 y ciertos tumores.