Los osmorreceptores, pequeños sensores situados en el hipotálamo (una parte pequeña pero muy importante del cerebro que regula muchas funciones fisiológicas), «perciben» cuando cambian los niveles de osmolalidad sérica y activan diversos sistemas de corrección para retener líquidos. Por ejemplo, si la osmolalidad plasmática aumenta, se desencadena un incremento de la secreción de la hormona antidiurética (ADH), que a su vez reduce la pérdida de líquidos al aumentar la reabsorción de agua por los riñones. También se activa la sensación de sedpara estimular a la persona a ingerir más líquidos. Por último, se activa el sistema renina-angiotensina-aldosterona, una combinación de sustancias (una enzima y dos hormonas) que regula la cantidad que se elimina de sal y agua con la orina y, mediante una serie de reacciones, ayuda a regular la tensión arterial.