La inflamación de la mucosa del estómago (gastritis) puede deberse a sustancias irritantes como los antiinflamatorios, a condiciones de estrés, a la infección por Helicobacter pylori (en el 80% de los casos) y al consumo de alcohol.
Independientemente de la causa, los mecanismos de defensa de la mucosa del estómago se ven alterados y no consiguen protegerla frente a la irritación debida a la acidez de los jugos gástricos.
Se trata de un problema que puede resolverse evitando las sustancias irritantes y reforzando la barrera mucosa.