Las fisuras anales son pequeñas rupturas o desgarros en la piel del canal anal. Estas lesiones suelen ocurrir en la línea media del canal anal, es decir, en la parte posterior del área que rodea el ano. Las fisuras anales pueden ser agudas o crónicas y son comunes en personas de todas las edades, aunque son más frecuentes en adultos jóvenes.
Las causas más comunes de las fisuras anales incluyen:
1. Estreñimiento: Las heces duras y secas pueden causar irritación y daño en el revestimiento del canal anal durante la evacuación.
2. Trauma: El paso de heces grandes o el uso excesivo de papel higiénico áspero pueden causar fisuras anales.
3. Diarrea crónica: Las deposiciones frecuentes y líquidas pueden irritar y debilitar la piel del área anal.
4. Parto: En algunas mujeres, el parto vaginal puede provocar fisuras anales.
Los síntomas comunes de las fisuras anales incluyen:
– Dolor intenso durante y después de la evacuación. – Sangrado rectal brillante durante o después de la defecación. – Ardor o picazón alrededor del ano. – Sensación de tener una obstrucción en el ano.
El tratamiento de las fisuras anales generalmente implica medidas para reducir el dolor y promover la curación, como baños de asiento tibios, cremas o ungüentos tópicos para aliviar la irritación y el dolor, y cambios en la dieta para prevenir el estreñimiento. En casos más graves o crónicos, puede ser necesario recurrir a procedimientos médicos o cirugía para corregir la fisura y promover la cicatrización. Si se experimentan síntomas de fisura anal, es importante consultar a un médico para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.