La simbiosis es una forma de interacción persistente entre organismos de distintas especies.
En el caso de la microbiota y del cuerpo humano, se trata de una interacción recíproca; es decir, cada una de las partes obtiene beneficios de la convivencia con la otra.
El organismo humano no solo tolera las bacterias y les permite desarrollarse y crecer en su interior, sino que necesita de la microbiota para desarrollar de la mejor manera posible la estructura del intestino, el sistema inmunitario y otras funciones más.