El sistema nervioso entérico puede considerarse el centro de elaboración de todos los «datos» percibidos por las células nerviosas (neuronas) del intestino.
Los científicos lo consideran el «segundo cerebro» del organismo, en comunicación constante con el «primer» cerebro.
Está formado por más de 100 millones de neuronas y se encuentra a lo largo de las paredes del tubo digestivo.
El «segundo cerebro» tiene la capacidad de funcionar aun sin recibir información del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal).
El intestino contiene el 95% de la serotonina, un neuromodulador (informador de las células nerviosas) fundamental para el funcionamiento del eje intestino-cerebro.