La leche materna es un líquido que contiene nutrientes, así como factores de desarrollo y de protección para el niño.
Para adaptarse a las necesidades del niño, su composición varía significativamente desde el nacimiento hasta las tres primeras semanas de vida, así como durante una misma toma o de una toma a otra y durante los diversos períodos de crecimiento.
Esto garantiza un alimento ideal para cada niño.
La leche materna aporta por cada decilitro alrededor de 65-70 calorías y contiene como promedio 0,9-1,2 gramos de proteínas, 3,2-3,6 gramos de grasas y 6,7-7,8 gramos de lactosa, numerosos micronutrientes (por ejemplo, hierro, calcio, zinc) y compuestos bioactivos (factores de crecimiento, anticuerpos).