La leche materna tiene menos proteínas, más grasas útiles para el desarrollo del cerebro, más lactosa, menos sales minerales (menos sobrecarga en el riñón) y, además, tiene muchos compuestos útiles para el desarrollo del niño que no se encuentran en la leche de vaca.
La leche de vaca tiene demasiadas proteínas, sobre todo caseína, lo que dificulta su digestión, además, tiene muy poca lactosa y no tiene los factores no nutricionales útiles para el desarrollo del niño.
Por todas estas diferencias, la leche de vaca no es adecuada para alimentar al niño en el primer año de vida..