Para tratar de combatir el miedo a dormir, pueden ser útiles algunas estrategias, como exponer al niño de forma gradual y tranquilizadora a la fuente del miedo, tranquilizarlo y garantizar la vigilancia de la madre y el padre para ahuyentar a los monstruos, «inventar» soluciones de defensa creativas (por ejemplo, un espray contra monstruos, que puede ser un recipiente de agua que se transforma en un espray con poderes especiales), dejar la puerta de la habitación del niño abierta, evitar las películas que puedan acentuar la ansiedad, los cuentos de miedo y los juegos electrónicos estimulantes.