Por higiene del sueño se entiende un conjunto de situaciones y comportamientos (principios de higiene del sueño para adultos y niños) relacionados con el entorno en el que nos preparamos para dormir, los espacios donde dormimos, los horarios y las actividades que realizamos antes de irnos a la cama.
Entre los hábitos más útiles tenemos: mantener horarios regulares para comer por la noche, para ir a la cama y levantarse, realizar actividades relajantes, evitar actividades estimulantes y bebidas energéticas; en el caso de los niños, evitar los juegos estimulantes y las películas o cuentos de miedo.
Los padres pueden ayudar en gran medida a que sus hijos duerman bien y mantengan un sueño tranquilo.