El reflejo de la tos se activa debido a estímulos irritantes (mecánicos o químicos) en los receptores de la tos (estructuras nerviosas que escuchan las señales que provienen de los tejidos de las vías respiratorias).
Si los receptores envían al cerebro (centro de la tos) la información de que en las vías respiratorias hay algo que provoca una molestia, el cerebro responde con una señal que conduce a la contracción de los músculos respiratorios y desencadena la tos.