Los primeros síntomas aparecen 2-3 días después del contagio y son: sensación de irritación en la faringe (garganta seca, ardor), estornudos, goteo nasal (al principio fluido y claro, y después de 2-3 días, denso y opaco), sensación de nariz tapada (congestión nasal), febrícula y, en ocasiones, ojos inflamados.
En general no hay fiebre alta, dolor muscular o sensación de debilidad (estos son más típicos de la gripe y de las formas paragripales).
El resfriado se cura espontáneamente y los síntomas suelen desaparecer al cabo de 7-10 días.
Pueden durar más en caso de complicaciones bacterianas en los senos paranasales o sinusitis.