La tos es un mecanismo fisiológico fundamental para el bienestar de las vías respiratorias. De hecho, su función es proteger el aparato respiratorio de sustancias irritantes e impedir que cuerpos extraños lleguen a las vías respiratorias inferiores.
Aunque puede ser extremadamente molesta y perturbadora tanto para los adultos como para los niños, dado su papel de «limpiador» de las vías respiratorias, la tos nunca debe ser eliminada por completo, sino solo limitada en su intensidad, para hacerla más soportable. Durante las infecciones de las vías respiratorias altas, la tos puede ser muy intensa y molesta, y puede durar mucho tiempo antes de resolverse espontáneamente, generalmente no más de 3 semanas (tos aguda). Esto ocurre porque los virus, las bacterias o otras sustancias inhaladas inflaman la mucosa y reducen su capacidad para tolerar los estímulos irritantes. Son las mismas sustancias producidas para defenderse de los virus (los llamados mediadores de la inflamación y las secreciones mucosas) las que estimulan de manera exagerada el reflejo de la tos. Además, el goteo de filamentos viscosos de moco desde la nariz hacia la faringe «hace cosquillas» repetidamente en la mucosa, provocando una necesidad constante e irritante de toser.
Mientras que es peligroso calmar profundamente o eliminar el reflejo fisiológico de la tos, puede ser muy útil limitar su intensidad, hacerla menos frecuente y más tolerable, menos molesta y lo menos perturbadora posible.
Los remedios naturales para la tos
Las sustancias naturales y las plantas medicinales pueden ser útiles para tratar la tos, tanto de manera local como general. Estas pueden tomarse de forma complementaria y de apoyo a un posible tratamiento con antibióticos si fuera necesario.
Intervención local
En tantos años de investigación no se ha logrado encontrar un medicamento realmente eficaz para curar la tos, probablemente porque siempre se ha buscado un producto para calmar la tos, es decir, que actúe sobre el síntoma, mientras que es más útil tratar de limitar los daños causados por la infección de las vías respiratorias superiores en la mucosa. Algunas sustancias naturales extraídas adecuadamente de las plantas y combinadas con miel pueden ser muy eficaces en este sentido.
De hecho, gracias a las sustancias naturales complejas, es posible actuar sobre la inflamación y los radicales libres, reduciendo así la irritación. Además, garantizan una eficaz protección de la mucosa y logran reducir el daño causado por los virus, las bacterias, las sustancias inflamatorias y el constante estímulo irritativo provocado por los hilos de moco que gotean desde la nariz hacia la garganta. La miel favorece la salivación, lo que provoca un efecto calmante sobre la mucosa y enriquece el moco con agua; además, contiene flavonoides que tienen una acción antioxidante.
El tratamiento de la tos
Quienes no padecen problemas respiratorios crónicos también deben evaluar, con la ayuda del farmacéutico, si es necesario consultar al médico antes de decidir qué tomar para aliviar una tos molesta. Los síntomas que indican la necesidad de consultar al médico (señales de alerta) se indican en la tabla.
A pesar de muchos años de investigación, aún no se ha descubierto un medicamento que sea eficaz para la tos sin causar efectos secundarios. Además, la mayoría de los tratamientos de venta libre (automedicación) intentan suprimir la tos o fluidificar el moco y promover la expectoración con el objetivo de reducir la intensidad y la frecuencia en poco tiempo.
Es importante recordar también que los medicamentos capaces de «ablandar» el moco (mucolíticos) no deben usarse en niños menores de 2 años.
Tos: síntomas que indican la necesidad de consultar al médico (SEÑALES DE ALERTA)
Si se presenta al menos una señal de alerta, es necesario consultar al médico.
ADULTOS
- Padecen de enfermedad respiratoria crónica.
- La tos dura al menos 3 semanas.
- La tos es nocturna y continua.
- El moco expectorado no es de color claro.
- La tos va acompañada de dolor en el pecho al respirar.
- La tos se acompaña de dificultad para respirar y/o respiración acelerada.
- Hay sangre en el moco que sale de la boca.
- Se sienten débiles, no tienen apetito, están perdiendo peso.
- Están tomando medicamentos que pueden inducir tos o dificultad para respirar (inhibidores de la ECA, beta-bloqueantes).